Trastorno de pánico 2018-01-02T17:17:23+00:00

Trastorno De Pánico

Cuando uno está en peligro, la reacción natural del cuerpo es iniciar rápidamente la reacción de lucha o huida. Esta reacción cerebral ocurre inmediatamente cuando uno percibe peligro y activa muchas áreas del cerebro que están diseñadas para protegernos del peligro por medio de la reacción “lucha” contra el peligro o “huida” del peligro. Como parte de esta reacción, el cerebro activa la liberación de adrenalina y otras hormonas, para que pueda responder a la amenaza. Este mecanismo protector se llama la reacción de lucha o huida y nos ayuda a sobrevivir. Sus reacciones emocionales y físicas durante la reacción de lucha o huida se pueden describir como pánico.

A veces, el pánico puede ocurrir “de la nada”, cuando no hay peligro. Estos episodios de pánico se llaman ataques de pánico. Estos ataques no son útiles cuando ocurren en la ausencia del peligro y, de hecho, pueden causar problemas significativos. Si una persona experimenta muchos ataques de pánico, a menudo comienza a preocuparse de tener otro ataque de pánico y la anticipación le causa más ansiedad. A veces esta preocupación se vuelve tan fuerte que las personas con Trastorno de Pánico evitan ir a lugares en donde pueda ocurrir un ataque de pánico. Para algunas personas, esto puede resultar en severas limitaciones en cuanto a donde se sienten cómodos yendo (por ejemplo, la escuela, el centro comercial, manejar por la carretera, etc.) y puede llevar a otro trastorno mental llamado Agorafobia.

El Trastorno de Pánico ocurre cuando las personas sufren de ataques de pánico repentinos, inesperados e incontrolables. Estos ataques de pánico no son causados por temores obvios (ej. tener un ataque de pánico por tener miedo de las alturas y estar en la parte más alta de la escalera; tener miedo de volar y estar por abordar un avión). Aquellos con Trastorno de Pánico también experimentan ansiedad anticipatoria (preocuparse de tener otro ataque de pánico o de las consecuencias de tener otro ataque) y evitan ir a lugares en donde pueda ocurrir un ataque de pánico.

No todas las personas que experimentan ataques de pánico tienen Trastorno de Pánico. Los ataques de pánico ocurren en varios Trastornos de Ansiedad y también en personas que no tienen un Trastorno de Ansiedad. En el Trastorno de Pánico, los ataques ocurren sin ninguna causa obvia. En otros Trastornos de Ansiedad (ej. Trastorno de Ansiedad Social), los ataques son provocados sólo ante situaciones o pensamientos que se temen.

Durante un período de un año, aproximadamente el 2-3% de las gente tiene Trastorno de Pánico. Aunque cualquier persona puede desarrollar un Trastorno de Pánico, las tasas son más altas entre familiares de personas con Trastorno de Pánico u otros Trastornos de Ansiedad. Los ataques de pánico pueden comenzar en la infancia o comienzo de la adolescencia, aunque usualmente comienza a finales de la adolescencia y principios de la edad adulta.

Aunque no comprendemos completamente qué causa el Trastorno de Pánico, lo que sí sabemos es que los genes juegan un rol importante, porque es común la ocurrencia del Trastorno de Pánico en familiares de personas con Trastorno de Pánico. Las investigaciones también sugieren que el experimentar eventos muy estresantes (ej. pérdida mayor o abuso) puede jugar un rol en el desarrollo del Trastorno de Pánico. También, para ciertas personas, la marihuana parece activar el Trastorno de Pánico, lo cual sugiere que los familiares de personas con Trastorno de Pánico o cualquier otro trastorno de ansiedad probablemente deben evitar la marihuana y otras drogas.

El Trastorno de Pánico, así como otros trastornos mentales, deben ser diagnosticados solamente por médicos, psicólogos clínicos o proveedores de salud mental que hayan pasado tiempo con el adolescente y que hayan realizado un asesoramiento adecuado de salud mental. Los diagnósticos son complicados por matices. Por favor, no trate de diagnosticar a alguien basado en síntomas sobre los que haya leído en revistas o el internet. Si tiene alguna inquietud, consulte con un profesional capacitado en salud mental.

Una persona con Trastorno de Pánico experimentan ataques de pánico frecuentes, recurrentes e inesperados. Un ataque de pánico incluye 4 o más de los siguientes síntomas, que se vienen rápidamente y alcanzan su máximo en dentro de 10 minutos:

  • Sudor
  • Palpitaciones, latidos fuertes o frecuencia cardíaca acelerada
  • Temblor
  • Sensación de falta de alivio o asfixia
  • Dolor o malestar en el pecho
  • Mareo, inestabilidad, debilidad
  • Sensación de entumecimiento o hormigueo en el cuerpo
  • Escalofríos u oleadas de calor
  • Sensación de irrealidad o de estar separado de uno mismo
  • Temor de perder el control o estar “volviéndose loco”
  • Temor de morir

Los ataques de pánico se auto-limitan y usualmente duran sólo un corto plazo. Pueden variar en intensidad de leves a severos y hasta pueden despertarlo del sueño.

Para un diagnostico de Trastorno de Pánico, al menos uno de los ataques deben ser seguidos por un mes o más de persistente preocupación en cuanto a tener otro ataque y/o cambios en el comportamiento a causa de los ataques. Las perturbaciones del Trastorno de Pánico no son resultado de otros efectos fisiológicos y no pueden ser mejor explicados por otro trastorno mental.

1. Aliéntelos a buscar ayuda (si es apropiado, llévelos usted mismo a ver a un profesional de salud mental)

2. Hágales algunas preguntas para obtener una mejor idea de lo que está pasando:

  • ¿Alguna vez tienes ataques de pánico sin causa clara? Los ataques de pánico pueden incluir latidos de corazón acelerados, sudor, temblor, sentir que no puedes respirar, sentir que te estás asfixiando, dolor de pecho, nausea, mareo, escalofríos u oleadas de calor, sensación de hormigueo y temor de que estás perdiendo el control, que te estás volviendo loco o que te estás por morir.
  • ¿Estás preocupado de tener otro ataque de pánico?
  • ¿Evitas hacer cosas por miedo de tener otro ataque de pánico?

Esté bien informado. Aprenda sobre el Trastorno de Pánico y las opciones de tratamiento disponibles. Lea libros, sitios de web de confianza y discuta cualquier inquietudes o preguntas con un profesional de salud mental.

Aliéntelos a recibir ayuda médica. El Trastorno de Pánico es tratable.

Escúchelos. Escuche sus pensamientos, preocupaciones y problemas. Apóyelos y en última instancia ayúdelos sin fomentar o apoyar pensamientos negativos.

Dé retroalimentación positiva. Note si están tratando de mejorar. Felicitarlos en situaciones que usted sabe provocan nervios en la persona puede ayudarlos a reforzar la auto-estima y a reducir comportamientos evasivos.

No juzgue. Juzgarlos puede causar que aquellos con Trastorno de Pánico no compartan con usted lo que están sintiendo. El no tener a alguien a quien acudir puede hacer que se sientan solos y empeorar los síntomas.

Es importante aceptar que las percepciones y emociones de aquellos con Trastorno de Pánico son genuinas y válidas. Aunque los temores y ansiedad de ellos les parezca irrazonables, estos sentimientos son muy reales para ellos.

Ayúdelos a aprender cómo manejar el tiempo. Planear de antemano y entender qué es lo que se tiene que hacer y por cuánto tiempo hacerlo puede ayudarlos a no sentirse abrumados.

Ayúdelos a encontrar maneras de relajarse. Practicar yoga o salir a caminar puede ayudar.

Aliéntelos a descansar mucho y mantener una dieta balanceada. Dormir por lo menos 8 horas cada noche y evitar la comida chatarra hacen una gran diferencia en cómo uno se siente. Algunas personas con ataques de pánico encuentran que la cafeína (ej. café, té, cola, chocolate) puede empeorar las cosas, por lo cual se recomienda evitar o reducir su consumo.

Ayúdelos a ser socialmente activos. Cuando uno tiene miedo de tener otro ataque de pánico, puede ser tentador quedarse solo en la casa. Aliente a su ser querido a pasar tiempo con los amigos, jugar deportes y salir de la casa. Al principio puede ser que necesiten que los acompañe usted o un amigo, para sentirse más seguros.

Sin sermonear, aliente a su ser querido a evitar el uso de la marihuana u otras drogas. La marihuana puede desencadenar un ataque de pánico en algunas personas. Si el Trastorno de Pánico u otro trastorno de ansiedad corre en su familia, es mejor evitar del todo la marihuana y otras drogas.

Si la persona actualmente está experimentando un ataque de pánico:

  • Manténgase tranquilo
  • Recuérdele que están teniendo un ataque de pánico, que no se están muriendo
  • Aliéntelos a respirar profundamente
  • Si es posible, haga que la persona contenga la respiración por unos pocos segundos a la vez
  • Provea un ambiente de apoyo hasta que los síntomas pasen

Hay varias opciones de tratamiento para el Trastorno de Pánico. El tratamiento más recomendado es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). En algunos casos, la TCC es combinada con medicamentos. Se debe determinar el curso de acción más apropiado para la persona con la orientación de un profesional de salud mental. Algunas opciones incluyen:

  • Tratamientos Psicológicos: La psicoterapia o “terapia de conversación” ayuda al cerebro a mejor controlar los pensamientos y emociones. El tipo de psicoterapia que se ha demostrado ser efectivos en el tratamiento del Trastorno de Pánico en adolescentes es la Terapia Cognitivo-Conductual (TCC). La TCC ayuda a las personas a aprender a cómo superar sus miedos. Tiene varios componentes, incluyendo Restructuración Cognitiva (ej. cambiar la manera en que uno piensa en los temores de uno) y Exposición (ej. gradualmente exponer al adolescente a sus miedos en un lugar seguro y enseñarles estrategias efectivas de afrontamiento). A veces esta terapia se provee en grupos.
  • Medicamentos: Los medicamentos también se pueden utilizar en combinación con TCC. Hay varios diferentes medicamentos que pueden ser recetados, aunque los medicamentos más comúnmente usados son los Inhibidores Selectivos para la Recaptación de Serotonina (ISRS).
  • Apoyo Escolar: A veces, las escuelas pueden efectuar ciertas adaptaciones para ayudar al estudiante a lidiar y manejar los síntomas.
  • Apoyo Comunitario: Los apoyos de comunidad pueden incluir grupos de apoyo de adolescentes y grupos de apoyo para las familias.
  • Técnicas de Reducción de Estimulación: Varias técnicas para reducir la estimulación/activación física (es decir, sentimientos de ansiedad, frecuencia cardíaca rápida, respiración acelerada) pueden ayudar. Éstas incluyen: biorretroalimentación, reflexión contemplativa (mindfulness), relajación muscular profunda, meditación, etc.
  • Rutina Regular: Mantener una saludable rutina regular diaria es importante para aquellos con Trastorno de Pánico.

Recuerde, todos los tratamientos tienen el mismo objetivo: reducir los síntomas y mejorar el funcionamiento, reducir el riesgo de relapso y promover la recuperación. Piénselo de esta manera: mejorar, mantenerse bien, estar bien.

Es común que la gente tenga más de una enfermedad mental. Otros trastornos que comúnmente ocurren (también llamados “trastornos comórbidos”) con el Trastorno de Pánico incluyen:

  • Depresión
  • Trastornos de Uso de Sustancias
  • Otros Trastornos de Ansiedad, incluyendo la Agorafobia

Trastorno Bipolar

El Trastorno de Pánico de Dylan

Video cortesía de Teen Mental Health. Para activar subtitulos en el video, por favor presione el botón CC